miércoles, agosto 27, 2008

So happy

Me encanta poder decir "soy feliz" sintiéndolo. Colocada, hasta arriba, de endorfinas. Por fin puedo gritar que soy libre y soy feliz, que vuelvo a pisar fuerte en el mundo. Ahora sí me toca ser egoísta y disfrutar de la vida pensando más en mí y menos en los demás.

Y moriré de sobredosis si es preciso...

lunes, agosto 25, 2008

Qué larga es la noche...

Anoche brillaba ya el sol cuando llegué a tus labios, la luna se había cansado de esperarnos. Caímos sobre la cama a merced uno de otro, sin esperar demasiado para apartar de entre nosotros el aire y, segundos más tarde, la tela que impedía a nuestra piel tocarse.

Recuerdo tu cabeza entre mis piernas y sentarme a horcajadas sobre tí mientras me hundías en lo más profundo del placer. Recuerdo tu cuerpo sobre mí y mis uñas en tu espalda acercándote más de lo físicamente posible. Recuerdo tu sabor aún en la garganta. Y dormir. Y despertarnos el uno al otro jugando con el deseo y dormir de nuevo. Y despertar de nuevo tu cuerpo dormido. Y observarte mientras recuperabamos nuestro manto de inocencia para irme por fin tras un beso en la puerta.

Y saber que nos quitamos en una mañana la espina que llevaba tantos años clavada.

viernes, agosto 22, 2008

Con sentido

Ha vuelto a amanecer y sigo despierta, en parte me gusta pasar las noches en vela, aunque me va a matar. Me gusta porque pienso sobre la vida y su sentido, sobre la gente y sus actos. Y siempre acabo pensando en alguna frase conclusiva. Hoy me voy a leer a Poe hasta dormirme entre líneas, pero dejo aquí mi frase conclusiva de hoy.

El mundo es un lugar extraño para vivir. Pasan demasiadas cosas a las que no les vemos la razón, a menudo, son las peronas las que actúan sin sentido. Yo actúo con sentido, porque hago lo que siento.

miércoles, agosto 20, 2008

Extraña

Estoy feliz, extrañamente feliz. No es una felicidad absoluta, es esa felicidad que se siente cuando ya no esperas nada de nadie, cuando te cansas de luchar y simplemente te dejas llevar por la vida.

Se me han acabado las ganas de luchar por otros, de esforzarme lo más mínimo por mantenerlos a mi lado. Ya solo estará a mi lado quien, como yo, no espere nada y se atreva a dar y recibir cuando surga sin más, sin pensar, haciendo lo que uno siente porque sí, porque le apetece.

Hoy he decidido que hablaré cuando me apetezca y no sólo porque alguien espere mis palabras, que lloraré aunque sea inapropiado y gritaré y me reiré a carcajadas cuando tenga ganas, y abrazaré a quien me apetezca y sonreiré a aquel extraño que te dirije una breve mirada en el metro. Y te besaré en los labios cuando quiera, sólo porque quiero saber a que saben.

domingo, agosto 17, 2008

Tanto soñar y no poder dormir

No puedo dormir. Hace quizás una semana que me cuesta una inmensidad conciliar el sueño. En cuanto dejo de hacer algo que entretenga a mis neuronas, estas se vuelven hiperactivas en lugar de intentar descansar. Parece que quieran pelearse a vida o muerte, pero esque es mi vida o mi muerte. Suelo conseguir dormir tarde o temprano, un día porque consigo cansarme, otro me tumbo a ver algún anime, otro leyendo... Hoy no puedo, creo que en el fondo tengo miedo, se que sueño demasiado cuando duermo y me da miedo soñar algo horrible o, peor aún, soñar algo precioso y descubrir que no existe al despertar. Eso sin contar que, cuando me despierto, en lugar de pensar en remolonear, en lo bien que se está en la cama abrazada a mi hueso de peluche con estampado de leopardo, me da por pensar que será un día horrible más, que quiero volver a dormir y no despertarme en muuuucho tiempo, pero como mis jodidas neuronas ya están activas de nuevo ya no puedo dormir.

He decidido investigar hasta que punto pueden llegar mis ojeras.

jueves, agosto 14, 2008

¿Qué tendré dentro?

A veces me pregunto qué ocurriría si me partiese por la mitad. Supongo que sólo habría sangre y carne y huesos y todas esas cosas que todos tenemos dentro, pero yo tengo la sensación de tener algo distinto. Tengo cientos, miles, millones de recuerdos, y un montón de personas que aún me guardo dentro, y las palabras que nunca me atreví a decir, y las cartas que nunca escribí, y unas mariposas a las que a veces les da por revolotear por ahí, y litros de lágrimas por derramar de tristeza y de alegría, y sueños, y esperanzas, y derrotas, y deseos y tantas otras cosas... Y, sin embargo, ahora siento un vacío tan grande que creo que si me partiese sería, a lo sumo, aire...

miércoles, agosto 13, 2008

Esperando a Morfeo

Estaba sola en su cuarto, en su casa, era verano en Madrid y había descendido considerablemente el ruido, la gente y los problemas de aparcamiento. Miró por la ventana y vio asomar al sol, le gustaba tener vistas al amanecer, sin embargo, éste no le reconfortaba. Normalmente con el amanecer llegaba el reposo y la calma que tanta falta hacen para descansar. Pero aquel día no, aquel día tenía la sensación de haber perdido algo importante sin saber de qué se trataba.

Se tumbó a leer a Poe, esperando que Morfeo viniera a visitarla entre letras y sábanas negras. Cambió de postura buscando el sueño tantas veces que por poco confundió la cabeza con los pies. Pensó en cerrar los ojos sin más y esperar, pero la sola idea de pasar minutos, quizás horas esperando sin más la llenaba de angustia.

Decidió entonces salir a pasear aprovechando la agradable temperatura y la escasez de gente. Y fue entonces, mientras se estaba vistiendo, cuando volvió con más intensidad aquella sensación de pérdida y advirtió que le faltaba en el bolsillo aquel papelito donde ponía quien era. ¿Y cómo saber entonces? Había perdido a su familia y amigos, había perdido sus metas, sus éxitos y sus fracasos, su pasado y su presente, había perdido hasta su nombre, había perdido su vida. Y, claro, se asustó y cayó derribada en el suelo sin saber qué hacer.

Cuando volvió en sí ya había amanecido de todo y la luz del sol iluminó su sonrisa. Sonreía porque no necesitaba el papelito, vio ante sí su futuro y no le hacía falta escribirlo en ningún papel. Por fin se sintió aliviada, se tumbó de nuevo y tuvo el primer sueño de su vida.