El álbum de fotos

Encontró su álbum de fotos, un cd perdido entre torres de música, películas y programas piratas. Tras sopesar durante unos segundos si de verdad era buena idea abrirlo decidió hacerlo aún a riesgo de volver a caer en aquella espiral autodestructiva que por fin había dejado atrás.
Qué cantidad de recuerdos asaltaban su mente con cada una de las imágenes. Quizás fuera cierto que jamás conseguiría olvidar sus ojos, ni a su familia, ni su casa, ni tantos momentos, ni a su perra-tiburón, ni sus dibujos, ni aquel huequito en su pecho que le encantaba besar, ni las tardes en que se dormía y él la dibujaba en silencio... Demasiados recuerdos para olvidarlos, pero ya le había matado hacía tiempo y no podía volver atrás.
Ahora todo era tan distinto... Había conseguido olvidar, salir de la espiral, después de años llorando cada noche con su fotografía bajo la almohada, intentando vender su alma al diablo por recuperarle sin que éste se dignara a arrancarle el alma por su deseo. Ahora comprendía que era lo mejor, que aunque la cicatriz de su corazón siempre le recordaría el sufrimiento, ya sólo era una cicatriz que no volvería a sangrar. Seguramente se abrirían otras pero aquella... Nunca más.
Nunca más, susurraba entre las sábanas, preparada para volver a soñar con él por última vez tras abrir el álbum de fotos.