El corazón late como si le fuera la vida en ello. Sístole y diástole, en un pulso continuo, empujan a la sangre, a la vida, a través de mis venas y mis arterias.
No puedo pararlo.
La naturaleza es sabia, dicen, todo ser vivo lucha por su supervivencia y la de los suyos. Sin embargo, yo siento la acuciante necesidad de rasgarme la piel y derramarte fuera de mi cuerpo, para que salgas de mí, para que no me duelas a cada latido. Y poder extinguirme bañada en un charco de tu recuerdo. Y sucumbir al olvido...
miércoles, mayo 27, 2009
lunes, mayo 18, 2009
La vida, ese paréntesis
Cuando el no ser queda en suspenso
se abre la vida, ese paréntesis,
con un vagido universal de hambre.
Somos hambrientos desde el vamos
y lo seremos hasta el vámonos,
después de mucho descubrir
y brevemente amar y acostumbrarnos
a la fallida eternidad.
La vida se clausura en vida,
la vida, ese paréntesis,
también se cierra, incurre
en un vagido universal,
el último.
Y entonces, sólo entonces,
el no ser sigue para siempre.
Mario Benedetti
Cerraste tu paréntesis, te echaremos de menos...
se abre la vida, ese paréntesis,
con un vagido universal de hambre.
Somos hambrientos desde el vamos
y lo seremos hasta el vámonos,
después de mucho descubrir
y brevemente amar y acostumbrarnos
a la fallida eternidad.
La vida se clausura en vida,
la vida, ese paréntesis,
también se cierra, incurre
en un vagido universal,
el último.
Y entonces, sólo entonces,
el no ser sigue para siempre.
Mario Benedetti
Cerraste tu paréntesis, te echaremos de menos...
jueves, mayo 07, 2009
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