lunes, febrero 28, 2005

Perdí la calma

La perdí hace tiempo, creo que al empezar el año, tal vez mucho antes, tal vez nunca la tuve, tal vez esté loca, cada día estoy más convencida de ello.
Ahora, supongo que mi calma se limita a no sentirme sola, por eso no la tengo, porque hace demasiado tiempo que no me abrazan de verdad. Necesito uno de esos abrazos en los que hundes la cabeza en la otra persona y aspiras su olor para saber q está ahí, y te aprieta fuerte para expulsar del pecho ese vacío que te invade y llenarlo de su presencia. Y puede que sea triste pensar que ese abrazo sólo lo imagino con un par de personas que seguramente no me lo den. Y puede que sea aún más triste saber que mi esperanza va y viene pero yo me quedo soñando y tú te quedas en mi sueño sin que yo pueda (tal vez porque no es posible, tal vez sólo porque no me atreva) hacer nada por traer ese sueño a mi realidad.
Y tal vez debería callar una vez más, como siempre, pero tú lo has dicho, no es bueno callar.


Me quedaré esperando, como siempre, supongo que mi vida es sólo cuestión de tiempo.

jueves, febrero 24, 2005

Kamelot

Hace mucho tiempo en un lugar lejano se extendían las llanuras del reino más famoso de todos los tiempos: el reino de Kamelot.
Allí el Rey Arturo gobernaba a su pueblo con gracia y bondad y defendía sus tierras gracias a los caballeros de la mesa redonda. Mientras las bellas princesas y doncellas se enamoraban entre historias de dragones.
Siglos más tarde yo hago una reverencia ante el líder de Kamelot, Khan. Ante él y sus caballeros Thomas Youngblood, Casey Grillo y Glenn Barry no puedo por menos que admirarles. No sé por qué bendita casualidad vendrán el día en que cambien mis décadas y estoy segura de que no podría haber un regalo mejor. Vuestro halo negro ya me envuelve el alma, pronto nos veremos.

lunes, febrero 21, 2005

Dibujando el Alma

Rendida, cansada, dibujo impulsos con mis dedos de colores. No tengo pinceles para pintar tu presencia ausente, así que dibujo cierto lo que sé mentira. Se me hace larga tu ausencia y cortos tus momentos, quisiera, ojalá pudiera, pedirte a mi lado este rato de condena. Deseo desaparecer y te deseo conmigo para hacerlo, quiero perderme contigo jugando juegos prohibidos, poner mis cinco sentidos en tus siete pecados y rogarle la vida al mundo y el mundo a la vida, para que no acabe nunca lo único que no me cansa, la única razón que queda para no olvidar que estoy viva, lo único que me queda que es saber que aún tengo alma para sentirla.



Impulsos primarios

miércoles, febrero 16, 2005

En la ciudad que tengo dentro

Hoy me quedo en mí, me bajo en la estación de mi Alma y camino por la calle de mis Pensamientos, llegando al parque de mis Sentimientos.
En la estación hay varias caras conocidas, algunas se van en trenes con destinos a los que tal vez yo no llegue nunca, otras partieron hace tiempo con un billete de ida sin vuelta, pero aún quedan muchas esperando y yo espero que nunca se vayan demasiado lejos.
Ya en la calle me pierdo un par de veces por las esquinas, sin saber por donde debo seguir, y al fin llego a una plaza repleta de personas y automóviles. Algunos sólo dan vueltas a la plaza una y otra vez, alejándose y volviendo continuamente, otros pasan fugazmente ante mis ojos. En los carteles de los autobuses puedo leer los destinos: "amistad", "amor", "estudios", "trabajo"... Vienen, se paran, se van, vuelven, una y otra vez.
Más allá de la calle de mis Pensamientos y de la plaza de la Confusión está la puerta del parque, así que cruzo corriendo la calle chocándo con algunas personas, casi atropellada por más de un coche y autobús, pero llego a mi destino.
Al entrar al parque olvido lo anterior, pero temo lo que pueda esconderse tras los árboles y arbustos. De pronto veo un pequeño jardín de rosas, me acerco, lo miro, toco una rosa, acaricio sus pétalos y la huelo, y me inunda su aroma y me hace sentir bien pero al querer cogerla para proseguir mi camino con ella, me pincho, asoma una gota de sangre y me voy triste sin ella.
Encuentro a mis amigos en el parque y olvido el dolor del pinchazo, les abrazo y rio con ellos, ¡es maravilloso tenerlos! Pero se hace tarde y debo irme, me despido de todos y, después de un rato caminando, te veo en un banco, esperando a la esperanza y mirando detrás de los arbustos con el mismo miedo que a mí me ataca.
Recuerdo el pinchazo y miro mi dedo, no sangra, pero la herida no está cerrada y pienso que tal vez puedas curarla, me acerco a tí reclamando la cura pero tú temes fallar y hacer que de nuevo sangre. Me quedo en silencio, pensando, y creo que en realidad no me importa sangrar mientras tenga un amigo que me ayude a olvidar el dolor. ¿Te vienes en mi tren de vuelta al mundo?



Prefiero que sangren mis heridas en compañía

lunes, febrero 14, 2005

Miau

Sopla el viento fuerte esta noche y lo oigo deslizarse entre las copas de los árboles, me da miedo, parece un espíritu tan perdido como yo.
Tengo frío, hoy me quedé sin lugar para dormir y la noche es demasiado fría y dura para hacerlo a la intemperie. Necesito resguardarme, pero la hostilidad de este viento helado me persigue en cada rincón, me sopla en la nuca y me produce escalofríos, no puedo dejar de temblar, frío y miedo me embargan cuerpo y alma y empiezo a perder fuerzas. Me acurruco en mí misma pero ya he perdido demasiado calor, he de seguir moviéndome o moriré congelada.
Desesperada araño tu puerta, pero es demasiado tarde y tú ya estarás durmiendo caliente entre tus sábanas, mientras aquí fuera mis lágrimas se escarchan y no me dejan ver la rendija abierta en tu ventana.
Miro al cielo, "ay Luna, que hoy me muero" y Luna me responde abriendo la ventana y susurrando "entra, hace demasiado frío esta noche", y no es Luna, es tu regazo el que me acoge y me calienta. Esta noche duermo acurrucada a tus pies.



Rrrrr....

viernes, febrero 11, 2005

Perdida en la noche

Esta noche quisiera perderme contigo.
Dar un paseo por nuestros cuerpos para buscarnos, descubriendo que el deseo comienza en los labios y que, en ocasiones, el silencio se produce unicamente cuando las bocas se encuentran ocupadas en deleitarse.
Desviarme en la curva de tu barbilla, y llegar derrapando a tu garganta agarrándome con los dientes a tu cuello por no caer de nuevo.
Sentir tus manos de hielo derretirse en mi espalda de fuego y, convertidas en ascuas, saberlas bajar el camino de mi pecho llegando en fin a mi ombligo acelerado, en tanto que mis manos se pierden en tu piel sin remedio.
Y hacer un alto en el camino apoyada en tu hombro, con mi aliento en tu cuello, mirando al infinito de mi recuerdo. Recordando que es tarde para soñar despierta.
Así, he decidido meterme entre mis sábanas para soñar contigo. Esta vez, dormida.


Y soñar los recuerdos

lunes, febrero 07, 2005

Virgen Aún

Soy virgen aún para tus manos, porque no han recorrido mi cuerpo acariciando con la yema de los dedos cada partícula de mi piel, como quisiera.
Soy virgen aún para tus labios, que no han rozado mi cuello cálido, ni mi espalda vibrante, ni mi ombligo exasperado, como quisiera.
Soy virgen aún para tus ojos, que no han podido apreciar o despreciar la mirada que se pierde entre gemidos, ni las curvas de este cuerpo carnal con que he nacido, como quisiera.
Soy virgen aún para tu ombligo, que no ha tenido el placer memorable o la indecible desgracia de unirse al mío siquiera unos segundos, como quisiera.
Soy virgen aún para tu espalda, a la que no he tenido oportunidad de agarrarme con fuerza, donde aún no he clavado mis uñas de tigresa, como quisiera.
Soy virgen aún para ti, que no has sentido mi carne y mi fuego entregados a tu alma y tu cuerpo, como yo quisiera.



Si tú quisieras...

domingo, febrero 06, 2005

sábado, febrero 05, 2005

Oscura, sola, perdida, hastiada de la vida, de estar viva sin tu risa y con mi llanto que me mata. Y me mata la envidia que les tengo a tus sábanas que acarician tu piel cada noche, que duermen y despiertan contigo. Y me mata saber que estar viva es vivir sola, conmigo. Y saber que el tiempo pasa y que el pasado nunca vuelve, y que empieza a darme miedo el futuro por primera vez, y mucho, porque no tengo ni la más mínima sospecha de lo que me espera, y supongo que nunca me ha importado demasiado, pero ahora me planteo el tiempo y me da miedo ver su vertiginosa huida.

¿Por qué me haces llorar? Yo te pedí que me dejaras guardar silencio, no es tan difícil, joder, no es tan difícil. Sé que tú no entiendes así las cosas pero intenta comprenderme por favor. No quería hablar porque no quería llorar y al final tú me haces llorar y ahora te odio.

Yo sólo quería olvidarme de estar viva...

miércoles, febrero 02, 2005

Por aquellos que no sueñan

Porque la vida sin sueños es triste y tediosa, y odiosa. Yo me niego a conformarme con la tierra pudiendo surcar las nubes en sueños. Prefiero morir sin realizar mis sueños que sin haberlos tenido, prefiero luchar por "imposibles" que conformarme con la vida fácil. Yo quiero llorar porque se me rompa el alma en mil pedazos y luego renacer de mis cenizas y seguir soñando, mejor que pasarme la vida sin ilusionarme por una sonrisa.
Yo (esto empieza a sonar egocéntrico) quiero soñar, reir, llorar, sentir, antes q pasarme la vida hastiada de realidad de esa que te atrapa. Nunca dejaré de soñar con que por una vez me sonría aquel que me odia, con que me dediquen una canción en un concierto, de esas que te agarran del corazón y no te dejan respirar. Soñar con que se me ponga la piel de gallina y me recorra un escalofrío por la espalda al besarle, con ver mis trabajos allá donde todos los vean, con verte sonreir al mirarme a los ojos, con saber que lo haces cuando te dedico unas palabras, con verme sonreir en el espejo después de haber soñado (dormida) contigo. Soñar que el mundo es feliz todo a la vez por un instante, que miramos a la Luna sabiendo que ella nos mira.
¿Soy cobarde? Supongo que eso es relativo. Dicen algunos que no se matan porque no tienen valor, yo sé que no lo hacen porque lo que les da miedo es perderse el resto. Es más cobarde huir de la vida matándose uno mismo. No es de cobardes tener ilusiones y luchar por ellas.


"En la vida hace falta solamente estar vivo" Carlos Chaouen