lunes, enero 30, 2006

Discurso interior para decirle al mundo

Leyendo diversos textos acerca de comunicación, arte y cultura de masas recuerdo cuántas veces me han preguntado hasta qué punto escribo este blog dependiendo de mi "público", hasta qué punto me condicionan los comentarios o la ausencia de ellos y si realmente escribir aquí lleva implícito cierto afán de exhibicionismo y de intento de llamar la atención y escribir para los demás.
Siempre he dicho que escribo para mí, excepto cuando dedico algún post a alguien concreto. Es cierto que la abundancia de comentarios, especialmente si son positivos, me gusta, me halaga y me anima a escribir más, pero creo que eso nos sucede a todos, la diferencia es a quién le condiciona y a quién no. Este blog, por su tono literario, tal vez parezca estar dedicado a un público y así es, aunque sólo en parte.
Si escribo, lo hago principalmente para mí, porque lo he hecho siempre en papel y ahora me traslado a una pantalla (aunque sigo escribiendo en papel amenudo) , y además ahora hay quien lo lee, genial, me gustan las críticas (pero las constructivas). Siempre me he desahogado escribiendo o dibujando. El arte, si es que puede llamarse así algo de lo que hago, fue mi válvula de escape desde que puedo recordar. Y ahora se me presenta un lugar donde puedo reencontrar lo que escribí hace ya más de un año, mientras que lo que escribía en papel casi siempre lo perdía. Me gusta leer lo que escribí hace tiempo y compararlo y observar la evolución de mi vida, es una suerte de ejercicio de autocontemplación.
Aunque prácticamente nada de lo que escribo sea real, siempre quien me conoce sabe leer entre líneas, yo nunca consideré esto como un diario sino como algo más. Es para mí como todos esos cuadernos perdidos en los que anotaba mis pensamientos, mis sentimientos, entre garabatos y cartas sin enviar. Es un cachito de mundo que es mío, un sitio donde puedo soñar cuanto quiera y escribir cosas tristes con una sonrisa en la boca, por la sencilla razón de que me gusta.
Conclusión: no mendigo comentarios, aunque me gustan; no busco enlaces en la página de nadie aunque me halagan; no escribo por tí que lees esto, aunque espero que te guste. Estoy aquí porque alguien que ya se marchó me trajo, y desde entonces es mi pequeño rincón donde yo elijo y puedo ser quien quiera por unos instantes.

domingo, enero 29, 2006

Pronunciar el Silencio

A veces se me acaban las palabras al nombrarlas, se sobrepasan a sí mismas perdiendo su propio significado, se agotan, se desgastan.
Es tan difícil hablar unas veces como callar otras tantas. Así que lo mejor será pronunciar el silencio para que nadie nos lo robe, y guardarnos el sonido de la calma para luego, cuando lo necesitemos. Cuando el ruido del mundo nos haya saturado el entendimiento, y razón ya no corresponda con pensamiento. Cuando las únicas verdades se encuentren en hojas en blanco, y los libros, tan sabios, ya sólo sean comida de gusanos.
Tenerlo todo será lo mismo que no tener nada y entonces nos conformaremos con pronunciar el silencio, en silencio.


Shhhh...

domingo, enero 22, 2006

Vive en mí

Siempre fuiste tan fuerte, tan valiente, nunca te dejaste doblegar por nadie y eras tan bueno y tan noble... Me enorgullezco de llevar tu sangre, de que seas una parte de mí. Te pasó lo que yo sé que me pasará, no soportabas verte preso de tí mismo, sentirte limitado a vivir. Y yo no pude mirarte cuando yacías inerte, no soportaba mirar más de un segundo sabiendo que ya no estabas ahí. El cansancio, tantos años, te han matado, pero sigues vivo en mí y nunca morirás en mi recuerdo.


Tú sangre sigue latiendo en mi corazón.

viernes, enero 20, 2006

Inercia

Vivimos por inercia, respiramos porque nos cuesta más trabajo aguantar la respiración que dejarla fluir, pocos tienen la voluntad de dejar de hacerlo. Y es fácil pegarse un tiro o morir dormido atiborrado de pastillas. Tan fácil como vivir por inercia.
Todo se puede afrontar de muchas maneras, pero hay una opción de la que depende todo: la resignación o la lucha. Vivir resignado, rendido, dejarse vivir sin más, abandonarse a la vida es tan estúpido como dejarse morir.
La vida y la muerte sólo tienen sentido con la lucha, con las pasiones, llorando o ríendo, ganes o pierdas. La vida es lucha, lucha con el mundo, lucha por lo que quieres, por los que quieres y lucha contra uno mismo. La vida es sentimiento y prefiero llorar, sufrir, prefiero que la vida me derrote y pasar a luchar con la muerte antes que vivir por inercia, antes que dejarme morir.

Abriste los ojos y yo no supe si me veias siquiera, pero hoy has hablado, no sé qué has dicho, no pude ir a verte siquiera, pero sé que estás mejor. Prometo ir el sábado, aunque sea sólo por darte las gracias por luchar, y la enhorabuena.

lunes, enero 16, 2006

Parte de mí

Recorrió largo tiempo en su reloj.
Peleó para ser lo que es hoy.
Luchador, testarudo y cómo no
cariñoso y tierno como yo.
Sin pensar me enseñaba a reaccionar
al calor de su lumbre y su voz.
Un bastón le ayudaba a caminar,
pero él era duro como yo.

Y el camino acabó.
Su mirada dulce y gris voló.

Y su luz se apagó como la llama
del candil que hace tiempo ardió.
Y su voz susurraba y susurraba
"liberadme de todo el dolor".

Una vez de pequeño me cantó
la canción que de niño aprendió.
Carcajadas comenzaron a sonar,
porque él era alegre como yo.

Y él nos dijo adios.
Va a reunirse pronto con su dios.

Y su luz se apagó como la llama
del candil que hace tiempo ardió.
Y su voz susurraba y susurraba
"liberadme de todo el dolor".

Y él nos dijo adios.
Va a reunirse pronto con su dios.

Y su luz se apagó como la llama
del candil que hace tiempo ardió.
Y su voz susurraba y susurraba
"liberadme de todo el dolor,
quiero terminar con el dolor,
liberadme de todo el dolor,
quiero terminar con el dolor".

Letra y música: Leo Jiménez (Saratoga)


Hoy sólo espero que no sufras, que te vayas en paz y sabiendo que te queremos, que te quiero, que jamás vamos a olvidarte.
Sé que a Alicia le duele el que ya no vayas a estar en su boda, se que a Juli y a papá les duele perder a su padre, Victor y Vitín no pueden retener las lágrimas y hacerse los hombres y mi abuela se agarra a tu mano con la esperanza de que de un momento a otro se la agarres como ayer mismo me hacías a mí, apretándome la mano con fuerza. Ayer estabas tan bien...
Ayer te decía Juli que yo tenía novio y yo te decía lo bueno que era y sonreías y hablabas mucho más de lo que lo has hecho últimamente. Y ahora... ahora ya no conoceras a M. ni él a tí, y nunca entenderá que eres y serás una de las personas más importantes de mi vida. Que nunca olvidare las tardes de sábado escuchando historias de tu pueblo en Galicia o de tus viajes a Brasil, sentada en tus rodillas... . Por eso te dedico esta canción, este sábado en el concierto lloré cuando la tocaron, a tí sólo te dije que me acordé de tí. Me hubiera gustado que la hubieras escuchado, ahora es tarde, ya no despertarás del coma...
Te voy a echar de menos, te quiero

jueves, enero 12, 2006

La presencia de la ausencia (La Nada)

Hay un lugar en el tiempo, en el mundo, en el que no hay nada. Es un lugar infinito y omnipresente que nos engulle el alma de vez en cuando, o que siempre está ahí. En realidad no lo sé, pero sé que existe, porque lo siento y no se puede sentir nunca algo que no existe, en cualquier caso podemos presentirlo. Yo lo postsiento, es decir, a posteriori de sentirlo sé que existe. Sé lo que es sentirme vacía, como si faltase algo, y en realidad lo que ocurre es que me sobra la nada en el alma. Es un discurso constante que en ocasiones guarda silencio para escuchar lo que ocurre, y entonces parece ausente, simula una ausencia disimulando su presencia, y entonces nos creemos llenos de algo, de alguien, de nosotros mismos, hasta que la nada vuelve a hacer acto de presencia y sentimos de nuevo el dolor de la ausencia, la angustia de la nada invadiéndonos.
Por todo esto en ocasiones me encuentro taciturna, melancólica, silenciosa, y cuando alguien pregunta que me pasa yo respondo "Nada".

domingo, enero 08, 2006

Esta noche decidí que quiero morir por estar viva.

lunes, enero 02, 2006

El tiempo

Me duele el tiempo, me ahoga respirar y sentir mi corazón latiendo.
El paso del tiempo me ahorca lentamente. Es como si el mecanismo del reloj tensara, al girar, la cuerda que tengo alrededor del cuello.
Respirar me quema los pumones, agota poco a poco el poco aire puro que algún día, que no recuerdo, los llenó.
Me agota sentir cada latido constante en mi pecho, la sangre recorriéndo mis arterias contínuamente, sabiéndo al mismo tiempo que eso también cesará, y entonces habré muerto y todo será paz y descanso eterno.