viernes, octubre 21, 2005

Ahora te vas

Otra vez has cerrado la puerta y te has marchado sin coger las llaves. De nuevo me pregunto si volverás o si esta es la última vez, la definitiva, esa en la que ya no existe la vuelta atrás.
Duele, sabes que duele, nos has mentido a todos y esto no quedará así. La próxima vez que esté cerca no pienso dejarla ir sin derramar sangre y me importa una mierda todo lo que la basura de "justicia" de este país pueda hacer conmigo. Con ella no hizo nada, pero yo tengo que sentirme una delincuente por beberme una cerveza en un parque con aquellos que eran mis amigos. También debería derramar su sangre.
Nada me duele más que una mentira, y tú, maldito cobarde, mientes y luego te haces el valiente al confesar, cuando ya el daño está hecho, cuando la encrucijada te presiona demasiado y no te queda más remedio.
Sois escoria, todos sois escoria. Todos los que mentís, todos los que menospreciais sin motivos, todos los que no tenéis valor para enfrentaros a la verdad, todos los que pensáis que la vida es simplemente así de injusta, porque eso no es cierto, sois vosotros los que estropeais el mundo con vuestras mentiras piadosas y vuestra hipocresía, alegando que pensabais que era lo mejor. Sabeis que no es cierto y aún así os mentís a vosotros mismos. Y teneis el valor de llamarme borde por no sonreir por una vez, por no darlo todo por una vez.
Y estoy cansada, hastíada, rendida... NO quiero sonreir, NO quiero comerme vuestra mierda y callar, porque siempre callo por no querer hacer daño. Y me aparto cuando lo que debería hacer es haceros el daño que me estáis haciendo, pero claro, el ojo por ojo no es mi estilo y sigo aquí y lucho. Pero me habéis mentido tanto... saber que la mitad de mi vida era una mentira duele, pero que tengas el valor de llamarme mentirosa TÚ a MÍ es algo que no debería soportar, soportar que me digas que cuando yo misma hice correr mi sangre fue sólo para llamar la atención y "salirme con la mía"... Eso NUNCA debí aguantártelo.
Y aún siendo tan sumamente deplorable tienes el valor de decir que soy una maleducada. Pues ya ves, serán cosas de la herencia y la educación que me has dado. Desde luego, la mayoría de cosas buenas que tengo, que tampoco son demasiadas, no las he sacado de tí.
Vete si es lo que quieres, a pesar de todo esto te quiero, maldita sea, y no sabes cuanto. No sabes lo que sentí cuando escribí una carta pensando que ya estabas muerto, no sabes lo que es veros destrozados y luchar con vosotros por esas putas pastillas que siempre acababa tirando por el retrete. No puedes imaginar lo que es aguantarme las lágrimas y apoyar a los demás y que aún me echasen a mí la culpa. A mí que me tragué mis depresiones con dos cojones, yo que un día reventé y quise morir de verdad por vuestra puta culpa quiero que sepas que eso NUNCA JAMÁS os lo perdonaré, porque esta cicatriz ya se ha quedado conmigo para siempre.

lunes, octubre 17, 2005

Lo que me guardé dentro

Me abriría el pecho para arrancarme el alma y entregártela. Con mis dedos aún manchados de sangre la pondría en tus manos, temblorosa, susurrándote en mi último aliento las palabras que me guardé dentro, temerosa, como siempre.
Vomitaría mi pasado en la cara de todos aquellos que hacen daño, en la de todos los que no creyeron en mí, vomitando las palabras que me guardé dentro, temerosa, como siempre.
Ahora sólo me guardo los miedos, ante tí mi alma desnuda, visceral, descubierta al mundo, sin coraza tras las que esconderla, sin engaños ni mentiras. Sólo mi alma, sólo tuya.

martes, octubre 11, 2005

Más allá de la cordura

Buscaba leyendas rotas, cuentos de hadas, sueños perdidos... Gustaba de nombrar al revés las cosas, dar la vuelta a las mentiras para hacerlas tan ciertas como su pérdida de la cordura. Quería volar sin alas, ser cantante, y guitarrista, y bajista, y batería; y tocar el violín mientras escribía los versos que encerraban sus labios sellados. Y quería pintar un cuadro enorme donde narrar la historia del mundo con todo lujo de detalle. Le encantaba secuestrar cada segundo en fotografías y vivir el momento, "Carpe Diem" decía. Deseaba besarle eternamente y hacer el amor dulcemente gimiendo te quieros, gritando sus placeres a los cuatro vientos.
Quería hacerlo todo, darlo todo por la vida, pero nunca supo abrir su corazón más allá de su locura.

jueves, octubre 06, 2005

Te I miss u

Te echo de menos mi vida, y es que me faltas... porque ahora no te tengo.
Y tengo, sin embargo, una sed que nunca se apaga, ni agua fresca, ni refrescos, ni licores, ni lagunas, ni oceános de tiempo son suficientes si me faltan tus besos.
Y tengo un ardor que me domina, que me crispa los nervios, que me agita, que me pone la piel de gallina y el vello de punta, y no se calma si no es con tu fuego.
Y tengo una canción que no puedo cantar sin la música que tú me brindas, y un susurro esperándote en la comisura de los labios.
Y tengo un beso soñándote en mi boca, una caricia en mis manos que imagina tu piel, un vacío en mis entrañas, un "te quiero" entre mis piernas.
Y tengo un beso tuyo guardado entre mis manos, y te tengo en mi pecho, te tengo en mi mente, te tengo en mi alma, te quiero en mi cuerpo.