Cada día resulta más extenuante sentirse libre, intentar serlo, soñarse libre.
Recuerdas la infancia: Tus carceleros estaban definidos, los límites los imponían tus padres, tu familia, los profesores... Podías luchar contra ellos, rebelarte para tocar la liberdad con la punta de los dedos. Transgredir las normas provocaba la revolución de tus latidos, se te llenaba el alma, de felicidad, de miedo, de odio, pero se te llenaba.
Con el tiempo los límites los impone el gobierno y la sociedad. Pero no hay peores límites que los autoimpuestos, de forma subconsciente o no. Soñamos la libertad, aún teniéndola al alcance de la mano, podemos ir donde queramos, hacer lo que queramos, pero tememos al futuro, tememos al rechazo, nos tememos a nosotros mismos.
Los presos sueñan con la libertad con esperanza, aquellos que son libres actúan para sí como carceleros y no hay lucha más complicada que la de enfrentarse a uno mismo.
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Now playing: Mr. Bungle - Carry Stress in the Jaw
2 comentarios:
El miedo a soñar puede hacer la vida vacía, pero es el miedo a cumplir los sueños, o más bien a hacer los sacrificios necesarios y correr los riesgos exigidos para alcanzar nuestras metas lo que para mi gusto es el peor veneno contra la libertad. Uno puede seguir siendo libre en la carcel si su mente lo es, si tiene esperanza y sigue luchando a su manera...pero el que tiene el mundo al alcance de su mano y solo coge lo que le ponen más cerca...ese es el verdadero esclavo, y ser así algún dia es tal vez mi mayor miedo. Buen blog ^^
http://open.spotify.com/track/1Al8PgVfUjpajEmPhskg7v
Ahí lo has pillado de pleno! Lo malo es que me siento tantas veces presa de mí misma... Y cuando me quito las cadenas autoimpuestas suelo liarla un poco.
Igual algun@s no servimos para sumplir los sueños, solo para soñarlos.
PD: Mira que a Calamaro le tengo atravesado pero me escuché la canción por ser tú y la letra esta way ;)
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