Hace tiempo que me cuesta enamorarme, amar a alguien, no querer, amar. Y cuando hay alguien que hace por fin que me oprima el pecho al respirar y se me de la vuelta el estómago, que me note sonrojar ligeramente al mirarle y cómo se dilatan las pupilas y el mundo parece más brillante... Entonces, es feliz hace años con su alguien, y sé que sobro en su felicidad, y me alejo porque, bueno, porque ya he provocado suficiente dolor equivocándome tantas veces.
Y jode, claro que jode saber que no eres su alguien y que no vale la pena intentarlo siquiera. También jode saber que otro alguien que te importó intenta conquistar a tu amor platónico con quien tampoco tienes nada que hacer. Y jode mucho saber que alguien te quiere y vale la pena pero no puedes corresponder, porque no funciona así.
Con lo que me cuesta enamorarme a estas alturas y no podía ser de alguien para mí... Maldito cupido que hieres con tus flechas, ¿qué te he hecho para que me cruces los caminos y nunca corresponda mi flecha con otra flecha? ¿Por qué la tienes tomada conmigo? Declaro, por tanto, la guerra a tu arco, y espero encontrarme cara a cara contigo. Entonces tendrás que explicarme ¿qué coño te he hecho yo, maldito?
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