martes, abril 11, 2017

La retórica de la remembranza

Soñarte
con los ojos empañados de lluvia,
no puede ser suficiente
para traerte a mis dominios
de niebla nívea.
Ni puede Kronos
nombrar tu nombre
tantas veces como mi garganta
se anudó al verte.
No es justo,
ni suficiente,
que me mires y me ames
durante un momento
sin cristales.
No lo es
si no los rompes
hasta clavarlos en tu piel,
en la mía,
en cada lucha compartida.
No es fácil soportarme,
soportarte,
no si no sincronizamos
nuestras pieles hasta fundirlas,
hasta lo febril y absoluto,
hasta el rapto de nuestras almas
por nuestros cuerpos
y el descenso a los infiernos,
al segundo círculo.

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