Soñarte 
con los ojos empañados de lluvia, 
no puede ser suficiente 
para traerte a mis dominios 
de niebla nívea.
Ni puede Kronos 
nombrar tu nombre 
tantas veces como mi garganta 
se anudó al verte.
No es justo, 
ni suficiente, 
que me mires y me ames 
durante un momento 
sin cristales. 
No lo es 
si no los rompes 
hasta clavarlos en tu piel, 
en la mía, 
en cada lucha compartida.
No es fácil soportarme, 
soportarte, 
no si no sincronizamos 
nuestras pieles hasta fundirlas, 
hasta lo febril y absoluto, 
hasta el rapto de nuestras almas 
por nuestros cuerpos 
y el descenso a los infiernos, 
al segundo círculo.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario