No sé qué me tocas en las notas que me eriza la piel. No sé qué ocultas en tus ojos cuando los cierras por no ver. Me ciegan los latidos a ritmo de rock, que es al ritmo que me laten las venas en su honor. Y pienso cuántas noches soñé escuchar mis palabras en una canción, mientras escucho las tuyas en el eco de otra voz. Quiero ser canción, que me toques, que me sientan en cada sílaba las cuerdas de tu garganta, y colarme por ellas y encadenarme a tu alma...
hasta que amanezca.
2 comentarios:
Uhhhh, esos estrógenos revolucionados... Muy inspirada se le nota a usted señorita. No le cabe na!
uy!!
pues yo tengo la suerte de tenerlas.
Tengo algunas palabras que son canción!!
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