martes, septiembre 30, 2008

Por una noche

Hubo una noche en el mundo en que tu piel fue mía por unos segundos. Un tiempo en el que, sin saberme despierta o soñando, me atreví titubeante a rozar tus labios. Y qué placer tan grande el sentir que tus labios respondían a mis plegarias devolviéndome el pecado de mis labios.

Hubo una noche en mi mundo en que rocé tu piel con mis dedos temblorosos, y por mi vida que jamás sentí una piel tan suave como la que me respondió con las caricias más sensuales que jamás recorrieron mi cuerpo.

Hubo una noche en mi cama en la que nuestros cuerpos, sembrados de curiosidad, se exploraron con la suavidad que sólo nosotras conocemos, hasta hacernos curvar la espalda y mirar al cielo. Un lapso de tiempo entre la vigilia y el sueño en el cual todo fue perfecto, y nada en este universo brillaba más que nuestros ojos a oscuras, escuchando los latidos de nuestros corazones en el silencio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al reunirse en el cielo
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas."



por siempre tuya duendecilla :*