martes, junio 14, 2005

Mi día de suerte

Abiertos los labios, cerrados los ojos, los miembros colgando como sacos, la sangre derramada en un charco, y mis ojos llorando... De pronto desperté. Qué sensación tan abrumadora al despertar y ver aún mi cuerpo inerte ante mis ojos. Lloré. Lloré y pensé si sería un augurio o sólo un motivo más para querer despertar del sueño de la vida.
Salí al parque para respirar lo que quedaba de aire en una ciudad como Madrid y aproveché para joderme aún más los pulmones con un cigarillo.
Aquel era un día festivo, los niños jugaban en los parques, los enamorados retozaban sobre el césped, los ancianos tomaban el sol sentados en los bancos... todos descansando o divirtiéndose, yo cada vez mas cansada y triste. Vida triste la mía que ni yo me quería...
Viví en el seno de una familia desgarrada. Fui arrancada de los brazos de mi madre por las manazas de mi enajenado progenitor, borracho y estúpido. Recuerdo ver a las familias felices de las series de televisión como otros veían una película de ciencia ficción. Por eso decidí irme en cuanto pude, lejos de todo, incluso de los pocos amigos que allí tenía.
Llegué a la capital esperanzada y todo fue bien al principio. Hice amistad con una compañera de trabajo, comencé a salir con su grupo de amigos, e incluso establecí una relación estable con uno de ellos. Álvaro y yo salimos durante algo más de un año, hasta que lo encontré con Natalia en los baños de un bar. Me habían ocultado sus aventuras durante dos meses, todos lo sabían. De nuevo estaba sola.
Salí del bar y cogí el coche conduciendo medio borracha y con la vista nublada. Llegué a casa en la mitad del tiempo normal, estuve a punto de perder el control del volante varias veces, no hubo suerte. No esperé al ascensor, subí las escaleras hasta el séptimo piso corriendo y con las lágrimas ahogándome, estuve a punto de quedarme sin respiración, no hubo suerte. Me dejé caer sobre el colchón y lloré y lloré. Las lágrimas resbalaban empapando mis mejillas, caían en mis labios. Ojalá fuesen las lágrimas veneno, no hubo suerte.
Cerré los ojos y me ví en mi ataúd, "ya no hay por qué" pensé. Levanté la vista secando mis lágrimas, miré a mi alrededor decidida, sin miedo ni más tristeza. Lo ví, tomé el cutter y abrí la cuchilla, la coloqué suavemente en mi muñeca, cerré los ojos. "¿Sí o no? ¡Sí!" y apreté con fuerza la cuchilla sobre mi muñeca deslizándola rápidamente. No me dolió. Miré el resultado, la piel se había abierto dejando ver músculos y tejidos, brotó la sangre y rápidamente me llevé la muñeca a la boca. Bebí de mí en un ciclo tan inútil como el de la propia vida. Mientras veía la sangre derramarse comencé a perder fuerzas. Fui una estúpida, había dejado la puerta abierta distraída en mi dolor y un vecino curioso me descubrió casi inconsciente y bañada en sangre, no hubo suerte.
Hoy decidí que cambiaría mi suerte, hoy volaré por unos instantes, libre y feliz, en calma. Salté y, al volar sin alas, caí. Hoy fue mi día de suerte.

8 comentarios:

R dijo...

Hola, muy buena la foto. Mucho mejor que la pobre sandía descuartizada del otro post.

Azdumat dijo...

Holaaaaaaaa alguien ha leido el post? O solo os kedais con la foto???

Telémako dijo...

Yo si, lo dudabas?
Dices que no hubo suerte, pero no dices si mala o si buena.
Soy de la opinion de todo depende del cristal con el que se mira, imaginate, si lo hubieras conseguido, no podrías haberme acosado nunca como anoche!
;P

Un beso
Tele

Phrodo dijo...

Si te hubieras liado con Natalia, el cutter habria dormido sólo.

Anónimo dijo...

Muy agudo, blues. Estoy contigo.

Azdumat dijo...

jajaja Tele eres taaaaaan subjetivo... xD Me gusta tu forma de mirar el mundo, es como si llevases gafas de esas que tienen cada cristal de un color ;)

Blues, Txangor... vaya dos xD

Dora, sí, la foto es real, una de las más populares en rotten.com Acerca del suicidio, evidentemente no era exactamente yo, bueno, la historia la escribi hará unos 2 años y la he modificado un poco aunque en esencia es la misma. Tiene algo de cierto, pero la gran mayoría es pura ficción. En realidad la escribí para un trabajo de clase, pero decidí guardármela para mí. Y tienes razón, lo que se ha de valorar es la fuerza de segui adelante, intentar huir es de cobardes.
besitos ;)

Un tipo raro dijo...

Tu ultimo comentario te ha salvado... por un momento pensé que eras una niña de esas que sueñan con volar de arriba a abajo...

La foto es asquerosa, la verdad... pero peor es ver los telediarios.

Me gusta como escribes... (por si vuelves)

Anónimo dijo...

Cuantas veces abre deseado morir... abre imaginado mi propia muerte de todas las formas posibles... y el temor de pensar que no haya suerte y quedarme todavia mas desgraciada, y encima fustrada por haber sido tan inutil de no saber matarme, cuantas veces abre deseado la eutanasia de este corazon o de esta cabeza loca,, cuantas veces abre sido mi propio verdugo... pero sabes... un dia llegue a la conclusion... estoy sola.. la gente va y viene, es de paso, todo es transitorio, la familia,... bueno uno no tiene siempre la suerte de tener unos padres de teleserie... asi que un dia pense... si estoy sola y lo asumo.. vivire el instante... cogere lo que me interese, tan solo lo que me llene, hare lo que me de la gana siempre... porque al fin y al cabo.. mucha gente esta sola, mas aun si cabe, solo que no lo saben.. no lo sienten.. es la putada de tener los ojos grandes y abiertos... cierralos, abrelos vive en el gozo de un parpadeo.. muere cada noche y nace cada mañana renovada, porque estoy segura que en el fondo te sobran cojones, que te abracen solo los reafirmaria mas, pero tenerlos, los tienes, sobre todo si cogiste el cuter porque aunque la gente crea que el suicidio es de cobardes... hay que tener muchos cojones... y no es que te aplauda por ello, pero si los tienes para eso... porque no los usas para luchar, para ponerte en pie, para admitir que una puede estar sola y que... bueno no pasa nada, hay dias en los que se esta fuerte y dias en los que se esta debil, dias en los que todo importa y dias en los que todo da igual, todo es ciclico, todo.. hasta nosotros mismos.
Besos a montones y por cierto... la foto... una mierda, tu texto ya trasmite todo sin necesidad de foto. Me encanta como escribes