Ya no soy una adolescente, se supone que ya no lo soy. Y quiero saber qué es lo que pasa. Esto no son las hormonas, ya no me vale la eXcusa de siempre.
Mis lágrimas no son de cocodrilo, lo único que nunca aprendí en teatro fue a llorar. Ahora no sé cómo pararlo. Ahora no me queda nada. El futuro, sí, eso lo tengo, sólo si no me dejo morir, sólo si no ocurre que "la proxima vez q me de por hacer el drogadicto me pego las puñaladas a mí misma, que seguro se me da bien con mi experiencia".
A veces me gustaría ser lo suficientemente estúpida como para sonreir.