Me duele la cabeza, noto la tensión en mi cuello. Necesito relajarme, me tiro en el sofá. No funciona.
Después de una deliciosa cena casera (por fin, estoy harta de congelados, pizzas, sandwiches y hamburguesas...) decido relajarme un rato refugiándome en mi teclado. Decido buscar algo para relajarme y decido hacerme un té.
Tras largas deliveraciones escogiendo el tipo de té (soy demasiado indecisa para las nimiedades) me decido por un delicioso té verde. Agua caliente, bolsita de té, la taza de desayuno con publicidad de Winston (mi preciosa taza del ratoncito entre almohadas pidiendo 5 minutos más estaba en proceso de limpieza) y tomo la taza caliente entre las manos aspirando el maravilloso aroma de la infusión que en cuanto se enfrie deleitará tambien mis papilas gustativas. Esta vez he decidido probar esa costumbre tan inglesa del té con pastas, así que cojo un par de pastas y compruebo que resulta delicioso. Sí, tras acabarme todo el té ya no me duele la cabeza. Nunca entenderé por qué la gente prefiere un café, que yo soy incapaz de disfrutar, ante un aromático té de cualquier clase.
Al fin llegué a algunas conclusiones:
Cuando quiera relajarme tomaré té o una infusión relajante de varias hierbas, odio la insípida tila.
Tomar té es un pequeño placer que a partir de ahora procuraré repetir más amenudo.
Definitivamente he de irme a Londres, el té con pastas de allí debe ser delicioso.
Después de una deliciosa cena casera (por fin, estoy harta de congelados, pizzas, sandwiches y hamburguesas...) decido relajarme un rato refugiándome en mi teclado. Decido buscar algo para relajarme y decido hacerme un té.
Tras largas deliveraciones escogiendo el tipo de té (soy demasiado indecisa para las nimiedades) me decido por un delicioso té verde. Agua caliente, bolsita de té, la taza de desayuno con publicidad de Winston (mi preciosa taza del ratoncito entre almohadas pidiendo 5 minutos más estaba en proceso de limpieza) y tomo la taza caliente entre las manos aspirando el maravilloso aroma de la infusión que en cuanto se enfrie deleitará tambien mis papilas gustativas. Esta vez he decidido probar esa costumbre tan inglesa del té con pastas, así que cojo un par de pastas y compruebo que resulta delicioso. Sí, tras acabarme todo el té ya no me duele la cabeza. Nunca entenderé por qué la gente prefiere un café, que yo soy incapaz de disfrutar, ante un aromático té de cualquier clase.
Al fin llegué a algunas conclusiones:
Cuando quiera relajarme tomaré té o una infusión relajante de varias hierbas, odio la insípida tila.
Tomar té es un pequeño placer que a partir de ahora procuraré repetir más amenudo.
Definitivamente he de irme a Londres, el té con pastas de allí debe ser delicioso.
3 comentarios:
Vente !!! Yo te llevo a la "Tea Shop" :o)
aunque no soy ni un experto ni un fanatico del te.
Con este post me has dado ganas de hacer una tradicion "noinglesa" y si muy espaniola ...
... ... ... ... ... ... ...
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-- Chocolate con Churros !!!! --
La leche hierve ...
los pajaritos cantan
yo frio churros
los guiris se me espantan.
Pruebalo joder ...!!
vamos, no seas tonto
que con el churrito mojao
te pones como una moto.
Y ellos van y lo prueban
y se deleitan con su sabor
la cara les alegra
y calienta el corazon.
Gloria Fenris
Sin Nombre, pasito a pasito se va construyendo algo ...
que será???
El otro día me tomé un maravilloso té de mango, y un amigo, se hizo uno de canela. Yo no sé si quitan el dolor de cabeza (pero debería probarlo, en vez de tantas pastillas), pero relajan un montón, y sobre todo, están riquísimos. Eso sí, pastas con el té... Tendré que probarlo.
Un beso.
Sin Nombre, empiezo a sospechar que sé quien podrías ser jeje estaría encantada de ir a un Tea Shop y probar mil clases distintas de té jeje. A mi lo del chocolate con churros no me va tanto pero la canción/poema no tiene precio xD
Galatea, yo probé lo de las pastas casi por casualidad, siemper había pensado que sería asqueroso pero descubrí que esta muy bueno, te lo recomiendo ;)
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