De por qués y porques

Porque me gusto, joder, me gusto cuando dejo de temer y me siento yo de nuevo, aunque me duela tantas veces. Porque me gusta soñar cuatro veces con la misma persona en una mañana (que las noches no me gusta dormirlas) y recuperar la ilusión que pierdo al despertarme cada vez que vuelvo a dormir, y soñar... Porque me gusta respirarte al oído sin atreverme a nombrar lo que mis pupilas hacen tan evidente, que las palabras le sobran a este mundo tanto como le faltan las miradas desde el alma, que tienen su propio lenguaje. Porque me gusta analizar sintácticamente las oraciones con sujetos omitidos, para recuperarlos y trerlos de nuevo a mi mundo. Porque me gusta callar y mirarte y apreciar el silencio en compañía y también las canciones. Porque se me olvida el por qué de lo que escribo y no importa. Porque sigo coja y aún me pregunto el por qué a mí pero sigo adelante, ya queda poco, quién sabe después...