Pensar en palabras

Me dijo el otro día alguien que me paso la vida de movidas y puede que sea cierto. Lo que jode es cuando se te mezclan todas en la cabeza y alguien pregunta "¿Qué te pasa?" porque no sabes qué contestar.
Podría empezar por la familia y las ganas que tengo de acabar la carrera para poder irme de esta puta casa, rodeada de gente que no me gusta en un ambiente que no me gusta. También podría hablar de los que se han ganado un tachón en la lista de amigos, que un mes da para mucho, con puente y todo y por aquí no aparecen los que debieran, aunque sí los que se están ganando que grabe su nombre a fuego, que es un consuelo. Podría hablar de lo puteada que estoy por sentirme tan impotente, que no puedo hacer nada sin depender de los demás y me frustra una barbaridad no poder moverme con libertad. Y también de lo que me joden las bromitas de la gente que piensa que todo esto fue una caída yendo borracha y de las risitas de cierta persona cada vez que me ve llegar reventada por las muletas, aunque prefiero eso que los "pobrecita" y los "deberías tener más cuidado". Podría hablar de las pocas ganas que tengo de desenterrar el recuerdo cuando vaya a los juzgados a declarar. Y de todos los trabajos que debería hacer para clase y no hago porque no me siento ni capaz. Podría hablar de lo que toda esta mierda desencadena, que luego llega un momento que con cualquier tontería reviento y encima discuto con quien no debiera ni quisiera. Mil cosas en fin.
Y sin embargo siempre respondo "nada", ni aunque me coma la rabia por dentro y quiera mandar a la mierda al mundo, ni aunque esté llorando por dentro e incluso por fuera. Porque nunca me ha gustado contar mis movidas ni llorar delante de nadie, y no es orgullo es mi manera de hacer las cosas, es simplemente que prefiero escribirlas y ordenarme las ideas antes que ir por ahi contando que me jode esto o lo otro. Y si tú lo estás leyendo que sepas que no te lo cuento, me lo cuento, sólo que estás enterándote porque a veces me da por pensar en palabras de teclado.